2015/ Marzo/ Servicios Públicos/ Por: Aimer Arango Murillo/
La decisión de la prórroga del contrato con CENTROAGUAS tiene que ser decisión del pueblo, no del alcalde o de los concejales.
Es hora de que los gobernantes atiendan y apliquen la Constitución y la Ley para definir los temas de trascendental importancia para la ciudad, Tuluá tiene varios temas de ciudad que requieren especial atención, como por ejemplo la recuperación del espacio público, la seguridad ciudadana, el aeropuerto Farfán, Heriberto Gil Martínez, los Planes Parciales, la Feria, el Hospital Tomas Uribe Uribe y LA UCEVA entre otros.
En
temas específicos como el contrato de arrendamiento con inversión entre Empresas
Municipales y CENTROAGUAS y qué hacer con el Aeropuerto Farfán, Heriberto Gil Martínez,
recurriré a lo que predico como docente universitario de Constitucional y demócrata
de tiempo completo: A los Mecanismos de Participación Ciudadana que consagran
la Constitución y la Ley, para que sea el pueblo soberano quien decida a través
de los mismos sobre los temas de ciudad. Específicamente en la prórroga del
contrato de arrendamiento con inversión con CENTROAGUAS, como alcalde convocare
a una Consulta Popular para que las tulueñas y tulueños decidan si se alarga o
no el contrato.
En
cuanto a el gravísimo problema de movilidad, tendré que empezar por recuperar
el principio de autoridad perdido, aquí todos hacemos lo que queremos y Tuluá
necesita urgente, orden, disciplina, cultura ciudadana; pero realizaremos un
desarrollo ordenado de la ciudad, sin atropellos, con planeación y sin que únicamente
nos mueva el interés por los votos, el dinero o los contratos, a Tuluá hay que
transformarlo pensando primero en sus gentes, en el ser humano, en la reconstrucción
de tejido social, recuperando los liderazgos colectivos, propendiendo y
aplicando siempre el dialogo con los ciudadanos para construir entre todos de
manera concertada un verdadero proyecto de ciudad incluyente y participativo.
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