Este hombre de escaso discurso, pero frentero y sincero al decir lo que piensa, no permitió durante su tiempo en la presidencia que le faltaran los cuadernos cada año a sus estudiantes.

2016/ Edición Mayo/ EconoticiaS


En lo que fue considerada una demostración de madurez política y de verdadero liderazgo comunitario se constituyó el hecho de que Don Humberto Gallego Álzate, Presidente la Junta de Acción Comunal de la vereda San Antonio, no postulara su nombre para ser reelegido.

El “Zarco” como cariñosamente le llaman de los niños hasta los adultos mayores ha manifestado a este medio de comunicación que da el paso a un costado por considerar que ya cumplió su ciclo y que es hora de que nuevos liderazgos vengan a airear la Junta de Acción comunal, que a pesar de ser tan joven jurídicamente hablando tiene grandes avances para mostrar como balance de la gestión de la anterior junta, aclarando eso sí que pasará a ser un soldado más y a trabajar mancomunadamente en las labores en las que a bien la junta determine hay que aportarle a su comunidad.

Este campesino humilde ejerció la presidencia durante dos períodos consecutivos y se convirtió con sus compañeros de la directiva, Óscar Jurado, Carlos Sánchez, Nelly Pedraza y los habitantes de esta vereda en un verdadero ejemplo de participación comunitaria y de organización campesina, pues en muy poco tiempo de ser habitantes de esta parcelación ( 10 años) lograron obtener la personería jurídica para su Junta de Acción Comunal, construir una cancha de futbol, gestionar la construcción de una escuela y su respectiva dotación, así como la gestión para que se asignara docente para la misma.

Don Humberto Gallego Álzate ha cumplido casi todos sus sueños en su vereda, ya ha visto realizado el de la escuela, soñó que podría gestionar para la construcción de una cancha múltiple o de microfútbol y ese fue otro sueño que con el apoyo de la anterior administración, de toda su comunidad y algunos recursos de la Junta comunal, hoy es una realidad. Una cancha que no solo sirve para la práctica del deporte y el aprovechamiento del tiempo libre sino también para poder organizar actividades culturales, recreativas y los ya tradicionales festivales bailables, pero que mucho más allá de lo que signifique la obra física como tal su importancia radica en que logró la unión de niños, jóvenes, señores, señoras y hasta los adultos mayores en su construcción, en el aporte de su mano de obra y el balasto y la arena para la misma obtenidos por los mismos campesinos del lecho del río, hasta la fundición de la losa de concreto en sí, la que se realizó en una minga de casi dos días y la que se convirtió en una verdadera fiesta de participación comunitaria y organización campesina.

Este hombre de escaso discurso, pero frentero y sincero al decir lo que piensa, no permitió durante su tiempo en la presidencia que le faltaran los cuadernos cada año a sus estudiantes, tampoco dejó de realizar la fiesta a las madres cada año, la fiesta de la despedida del año y hasta el hijo de Luis Alberto Posada, los Cuyanos y otros artistas de la música popular y del folklor nuestro logró llevar a su vereda, e impuso un estilo con sello propio, jamás se realizó actividad alguna en la que no hubiera comida y en abundancia para todos los asistentes no solo de la vereda sino de donde quiera que les acompañaran. Las primeras comuniones y hasta un matrimonio de habitantes del sector se realizaron durante su presidencia en la Junta.

También su gestión y diligencias ante los alcaldes y los respectivos secretarios, le permitieron realizar varias fiestas del campesino, festivales deportivos y algo muy importante para una región campesina tan alejada de nuestro casco urbano como fue la construcción de 10 obras de arte en las vías de la vereda entre ellas dos bateas.

Destaca y no olvida la orientación y el apoyo permanente de ASTRACAVA y recuerda muy especialmente a Huber Ballesteros, quien acompañó y orientó el proceso de fundación de la vereda y la conformación de la Junta de Acción Comunal. Igualmente el apoyo permanente de los propietarios de las haciendas los Cárpatos, La Gitana y El Porvenir.

Desde este medio de comunicación nuestro reconocimiento al liderazgo de don Humberto Gallego Álzate y a través de él a todos los habitantes de su vereda y que dios permita se continúe siendo ejemplo de organización y trabajo comunitario en la región.

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