Trujillo se ha convertido en Patrimonio Cultural Cafetero a nivel mundial, no solo tenemos las tierras más maravillosas y productivas, tenemos gente con verraquera, con empuje, con ganas de salir adelante.

2016/ Edición Mayo/ Por: Nubia Buriticá Restrepo


Muchos han escuchado hablar de Trujillo Valle, pero solo se remontan al tema sangriento, lo que sucedió años atrás y nos causó un dolor tan profundo que jamás olvidaremos y será una herida permanente; pero lo que muchos no saben es lo fuerte y guerrera que es su gente, la que siguió luchando por ver a Trujillo renacer, florecer y que hoy vemos ya muy cercano ese día.

Trujillo se ha convertido en Patrimonio Cultural Cafetero a nivel mundial, no solo tenemos las tierras más maravillosas y productivas, tenemos gente con verraquera, con empuje, con ganas de salir adelante; hoy, encuentras un Trujillo florecido, renovado, tranquilo y próspero, tanto que es muy difícil encontrar una casa para rentar, nos hemos convertido en un paraíso para los jubilados, para las personas que ya se retiran a descansar , las que quieren caminar en paz en uno de los parques más bellos del valle, sin pensar que algo malo les va a pasar, donde puedes dejar abierta la puerta de tu casa de par en par todo el día como lo hago yo.

Recordar la infancia en una semana santa donde te encuentras con todos tus amigos de la niñez, visitar la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro que tiene la torre más alta con el Santuario de la Virgen de la Llama de Amor donde se realizan encuentros nacionales e internacionales los meses de mayo y octubre, puedes también realizar un recorrido por el Sendero de María con sus catorce estaciones del viacrucis en el Alto de Melania o conocer la primera iglesia de nuestro departamento en Huasanó o un paseo en planchón cruzando el Río Cauca en Robledo la parte plana de nuestro municipio.

Visitar la zona limítrofe con Bolívar, San Isidro, La Siria, donde tenemos la mejor vista  del  departamento,  se  visualizan once  municipios  desde  La  Soledad. Recorrer  los  cultivos  de  flores  de  La Marina, Puente Blanco o La Sonora o quizás disfrutar de los cultivos de mora, lulo, granadilla, banano, uva, pitaya, etc. Disfrutar de un clima muy variado, un frio  con  neblina  espectacular  en Andinapolis o Venecia y pasar a un calor delicioso para bañar en el pailón en la zona plana de Robledo y Huasano.

Conocer el Parque Monumento donde hay un recordatorio de cada una de nuestras víctimas y la tumba de nuestro párroco Tiberio Fernández quien dio su sangre para que Trujillo floreciera y viviera en paz.

También hay sitios para escuchar música, tomarse unos aguardientes alrededor del parque o tertuliar en el mismo parque y el clima te puede sorprender con una espectacular neblina.

Me es muy difícil escribir un artículo sobre Trujillo sin dejar ver todo el amor que le tengo, todo lo maravilloso que es para mí vivir en una ciudad que fue un pueblo donde corrieron ríos de sangre de personas que se llevaron un pedazo de nuestro corazón, pero que se ha convertido en ese jardín del valle que con visón futurista lo bautizo cuando fue alcalde mi apreciado amigo Carlos Arturo Hoyos Montoya.

¡Ven, visítanos, conoce la otra cara de Trujillo, Jardín del Valle del Cauca!

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