Don Álvaro Bulla, la Memoria Viviente del corregimiento de Monteloro

Con 95 años, Don Álvaro recita de memoria y sin titubear poemas de su época, como el “Judío errante” y “Boda Negra”, este último del poeta Julio Flórez.

2015/ Junio/ EconoticiaS/ Memoria y Dignidad

Este campesino residente en el Corregimiento de Monteloro cuenta con 95 años de edad, nació en Suba Cundinamarca, y llegó al Corregimiento en los años 50 cuando apenas existían unas cuatro casas en este centro poblado.

Cuenta entre risas y chistes que en esa época se vivió la terrible ola de violencia política y fue entonces cuando sufrió su primer desplazamiento a causa de la misma, el cual duró nueve meses, después de los cuales retornó para nunca más volverse a ir de su Monteloro del alma.

Padre de siete hijos, Doña Irina, Virginia, Nidia, Orlando, Reinaldo, Efraín y Álvaro, 14 nietos y 8 biznietos, trabajador humilde y honrado, tiene en su mente y recuerdos la historia del corregimiento desde su llegada, de prodigiosa memoria, relata con calma pero con mucha seguridad todos y cada uno de los acontecimientos que ha vivido este bello corregimiento. Los buenos momentos los trae a su memoria con especial cariño y de los malos dice que aunque están grabados en su memoria prefiere no hablar mucho de ellos, aunque es consciente que es una historia que se tiene que seguir contando, para que no muera en el olvido.

Aunque dice que eso de los colores y partidos desapareció hace muchos años, recuerda y dice con mucho orgullo que el votó por el doctor Jorge Eliecer Gaitán. Asiste a la Santa Misa, cada vez que el sacerdote llega a celebrarla al corregimiento y allí en una banca del improvisado rancho de escampadero a orillas de rio San Marcos, unos de los más hermosos de nuestra zona rural, espera al cura, quien lo lleva hasta Monteloro en su vehículo.

Don Álvaro recita de memoria y sin titubear poemas de su época, como el “Judío errante” y “Boda Negra”, este último del poeta Julio Flórez.

Desde este medio nuestro respeto y admiración por la comunidad campesina y por la historia viviente presente en hombres y mujeres como Don Álvaro Bulla.