El respeto por nuestra historia, por nuestros mártires, por nuestra ideología, por nuestros estatutos, por nuestra razón de ser liberales es el comienzo de la restauración y la revitalización de nuestra colectividad.
2015/ Junio/ EconoticiaS/ Elecciones 2015
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EL Club Colonial del municipio de Tuluá y acompañado por un nutrido grapo de
liberales tulueños, el abogado Oscar Marino Tobar Niño hizo un vehemente
llamado a retomar las banderas del partido y a la restauración moral del país y
el territorio.
"Siguen
vigentes y precisamente en estos tiempos esas banderas son más necesarias que
antes. “Ser Liberal es un honor que cuesta”, decía con mucha razón el General
Rafael Uribe Uribe, porque a él, como a Jorge Eliecer Gaitán, Luis Carlos Galán
y a muchos otros liberales, en las guerras civiles, durante la violencia política
y en las épocas del narcotráfico y paramilitarismo les costó la vida y fueron
perseguidos no por defender no un trapo rojo, un rotulo, letrero o cartel, sino
la ideología liberal y las causas populares. Uribe Uribe recomendaba a nuestro
partido abrevar en las canteras del socialismo.
Él,
Gaitán, López Pumarejo, López Michelsen, Alberto y Carlos Lleras, y Luis Carlos
Galán abrevaron en esas canteras porque querían un partido nuevo, un partido
moderno, un partido de avanzada, un país sin excluidos ni privilegios, con
justicia social, honesto y transparente." Manifestó el precandidato a la alcaldía
de Tuluá.
"¡ESO NO E SER LIBERAL!
¡SER LIBERAL ES UN HONOR QUE CUESTA!
¡EL HONOR NI SE COMPRA NI SEVENDE!”
"También
me preocupa y a muchos liberales les preocupa, que se admitan inscripciones
para cargos de elección popular de personas que abandonaron nuestro partido,
que en las elecciones de congresistas votaron por candidatos de otras
colectividades, o que nunca han pertenecido al liberalismo, pero quieren hacer
parte de nuestra lista al Concejo porque no encontraron espacio en otras
colectividades. Igualmente existe preocupación porque, en el caso de la alcaldía,
se acepte la inscripción de pre-candidatos que han manifestado públicamente su decisión
de hacerlo por firmas y, adicionalmente, aparecen inscritos en otro partido político.
Al Partido Liberal hay que respetarlo y hacerlo respetar.
El
respeto por nuestra historia, por nuestros mártires, por nuestra ideología, por
nuestros estatutos, por nuestra razón de ser liberales es el comienzo de la restauración
y la revitalización de nuestra colectividad. Es el comienzo del camino que
debemos seguir para que el Partido Liberal, que es el partido del pueblo, vuelva
a ser grande y glorioso como otrora lo fue. Y mi primer compromiso es ese ¡irrespeto
por mi partido, el Partido Liberal!”
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