Poco a poco los concejales se han ido relajando, atienden funcionarios del Concejo y amigos en sus curuless durante la sesión y chataen y hablan por teléfono por largos ratos.
2016/ Edición Marzo/ EconoticiaS
Concluyó el pasado 29 de febrero el primer período de sesiones ordinarias del honorable
Concejo del municipio de Tuluá, con un balance en el que podríamos decir con
todo respeto como siempre que los honorables quedaron cero a cero.
Los
nuevos, incluido Orlando Valderrama y Alexander Agudelo Colorado, pagaron su
novatada en lo que tiene que ver con el procedimiento parlamentario y la
aplicación del reglamento interno del Concejo, en lo que podríamos decir que
les dieron una manito los veteranos, especialmente Jorge Montes, Denny Osorio y
Llener Borja.
Con
dificultades a la hora de elegir la contralora en relación con las dudas
jurídicas y el presunto desconocimiento de la norma, lo que tiene hoy a su
junta directiva demandada y con una queja en la procuraduría presuntamente
instaurada por el anterior Contralor el Castrillón, por haber nombrado como
Contralor encargado al doctor Jorge Eliecer Bedoya Tamayo, control interno de
ese organismo. Todo parece indicar que a pesar de haber sido elegidos desde el
25 de octubre los honorables concejales se durmieron en los laureles y no
leyeron ni el reglamento interno ni realizaron la consulta y el estudio sobre
la elección del Contralor o Contralora. En lo que si brillaron fue en sus intervenciones
en las sesiones pues algunos parecen que aún estuvieran en campaña política.
Se
destaca eso sí las disposición de la gran mayoría para no ausentarse de las
sesiones que fueron en su gran mayoría de largas jomadas, aunque el actual
Presidente trató en un comienzo de imponer su estilo escuelero, poco a poco los
concejales se han ido relajando, atienden funcionarios del Concejo y amigos en
sus curuless durante la sesión y chataen y hablan por teléfono por largos
ratos.
Muy
importante destacar la realización del Cabildo Abierto sobre la Defensa y
Protección de la Fauna Tulueña, así como las jomadas descentralizadas, entre
las que se destaca la del Corregimiento de Mateguadua realizada en el Jardín
Botánico Juan María Céspedes y la toma del río Tuluá en la que participaron
cono institución.
Hay
una buena combinación de experiencia, ganas, y voluntad de querer hacer las
cosas bien. La preocupación por temas sensibles de la ciudad es otra de las fortalezas
en el inicio de este Concejo. Solo me resta decirles con respeto, que por favor
no olviden algunos de ellos que ya la campaña se acabó y que no son los
ordenadores del gasto, esa es competencia única y exclusiva del señor alcalde.
Hay
que leer mucho la norma honorables concejales para no decir cosas de las que
luego se tengan que avergonzar, hay que estudiar el reglamento interno y ante
todo no perder la coherencia, pues muchos han hecho reclamaciones muy duras en
ausencia de los funcionarios y cuando están en el recinto su discurso cambia
por completo.
Hay
que decir que, hasta ahora, el señor alcalde ha sido respetuoso e hizo
presencia en la clausura de este primer período, costumbre que se había perdido
en el gobierno pasado, los concejales igualmente han sido respetuosos, pero
demostraron también su independencia y ante todo temor a las demandas cuando no
aprobaron el proyecto de acuerdo que le daba facultades al señor alcalde para
transformar los estatutos de las Empresas Municipales.
Es
importante también recordarle a los honorables concejales que existe en la
norma algo llamado conflicto de intereses, pero además por simple ética y
respeto por los tulueños hay temas en los que algunos honorables concejales deberían
declararse impedidos para debatir, por ejemplo aquellos que tienen importante
número de cuotas políticas en el hospital Rubén Cruz y algunos familiares o
socios tienen contratación en el mismo, y no se ruborizan para echarle flores y
casi sacar en hombros a la señora gerente en un debate de control político. Y
como sucede con este caso, la historia se repite con algunas otras
dependencias. Honorables concejales si no lo prohíbe la ley por lo menos no es
ético ni decente con los tulueños.
Una
última recomendación muy especial a nuestros ediles, hay que escuchar a los
citados e invitados por simple y mera educación, para no terminar repitiendo
preguntas, haciendo preguntas sin sentido, pues mal hacen los concejales en
exigir respeto de los invitados si ellos no dan el ejemplo.
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