Le ha tocado vivir las verdes y las maduras, desde la estigmatización y señalamientos de la policía y el ejército de ser colaborador de la guerrilla de las FARC, hasta sufrir la quema total de su negoció a manos de los paramilitares, siendo además obligado a desplazarse de su Barragán del alma.
2015/ Edición Agosto/ Por: Econoticias
Este barragueño por adopción, nació en el año de 1954 en la finca Miraflores, del municipio de Sevilla en límites con Tuluá, desde muy pequeño fue traído por sus
padres al bello y frío corregimiento de Barragán, la tierra donde ha vivida
desde entonces y de la cual se enamoró para quedarse en ella para siempre.
Bernel
Gómez, ha sido un ejemplo de superación y perseverancia, al igual que de valor
civil. A sus 6 años de edad se colgó literalmente hablando por la parte de
atrás de un camión con tan mala suerte que se cayó del mismo que estaba dando
reversa y le pasó por encima generando en él desde entonces una discapacidad
física motriz desde la cintura para abajo. Allí empezó su viacrucis, cuando
tenía 8 años de edad, sus padres le llevaron durante cuatro largos años al
hospital San Juan de Dios, en Bogotá, donde le practicaron varias cirugías y
fue sometido a un largo pero efectivo tratamiento. Su recuperación era entonces
satisfactoria, pero como otra víctima más de nuestro sistema de salud durante
un año le fue postergada una cita, lo que acabo con su paciencia y por lo cual
tomó la decisión de nunca más volver. Hoy sigue llevando a cuestas su dolor y
su problema de discapacidad, pero con estoicismo y dignidad.
A
sus 22 años ya era el propietario de la Tienda Agroveterinaria del
corregimiento, ubicada justo enseguida de la antigua estación de policía, la
que fue convirtiendo poco a poco el gran almacén de abarrotes más grande y
surtido de Barragán. No todo ha sido color de rosa, pues si bien es cierto su
constancia en el trabajo y este negocio le han dado para vivir, educar a sus
hijos y en él ha hecho miles de amigos y ha podido servir a muchos campesinos,
también es cierto que en él le ha tocado vivir las verdes y las maduras, desde
la estigmatización y señalamientos de la policía y el ejército de ser
colaborador de la guerrilla de las FARC, hasta sufrir la quema total de su
negoció a manos de los paramilitares, siendo además obligado a desplazarse de
su Barragán del alma.
Como
ha sido un autodidacta y su hoja de vida ha sido siempre transparente, denunció
ante los medios de comunicación, la Defensoría del Pueblo y los organismos
internacionales de derechos humanos, el hostigamiento y la persecución de era
víctima y desde entonces se le deja trabajar tranquilo.
Retoma
y reconstruye con gran esfuerzo su negocio de granos y abarrotes y continúa
sirviéndole a sus coterráneos desde su bien surtida miscelánea.
Bernel
Gómez había estudiado hasta quinto de primaria y el Licenciado Ramiro Devia, como
rector del Gimnasio del Pacifico, montó un satélite en Barragán para
bachillerato por petición de don Orlando Duque Satizabal, llegando como primera
docente la profesora Colombia Arias, logrando estudiar hasta con ella cuatro de
bachillerato. Posteriormente llega Joselín Russi y emprende nuevamente la
campaña de educación para adultos y logra hacer hasta la mitad de quinto
bachiller, luego llega la Licenciada Ana Francy Gómez y es en su periodo de
rectora de la institución educativa de Barragán que logra terminar su
bachillerato aunque nos cuenta que nunca se graduó porque el día de los grados también
lo recibían el mayordomo de su finca y la asistente de su granero razón por la
cual no fue a recibir su cartón de bachiller por no dejar el negocio solo.
Don
Bernel estudio con el IMCA, Administración y Contabilidad Cooperativa, con el
SENA, Sanidad Animal y Administración Ganadera, con FENALCE, el manejo de
cereales y calibración de equipos y por correspondencia hiso contabilidad con
el SENA y soporte técnico y reparación de radio y tv con MENPHIS SCHOOL.
Este
hombre de negocios y autodidacta es padre de las mellizas Mónica Andrea y Fernanda
Andrea Gómez Barona, producto de su convivencia en unión libre desde hace
treinta y tres años con doña Alba Rosa Barona Albarracín. Como buen católico
creyente dice no haber perdido la fe, pero también afirma que desde hace mucho
tiempo esta tierra dejó de ser esa gran despensa agrícola que movía el comercio
en el corregimiento. La ganadería poco a poco fue desplazando a la agricultura; el trigo y la cebada literalmente fueron desapareciendo al igual que algunos
otros productos agrícolas, lo que ha traído como consecuencia la merma en la
generación de empleo y la disminución poblacional; también, como consecuencia
lógica, trajo consigo un menor consumo de víveres y demás artículos comerciales. Aun así, como
dijera alguna vez el Presidente Samper en Tuluá: ˂˂“Aquí estoy y aquí me quedo”,
Barragán es mi patria chica, la tierra que me vio crecer y en la que quiero
morir, este negocio es mi vida, los barragueños son mi familia. Soy un
afortunado de haber vivido toda mi vida en esta tierra, pues como sé que existe
el cielo, no me cabe duda que éste es un pedacito˃˃, puntualizó don Bernel en
medio de una amable sonrisa.
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