2014/ Octubre/ EconoticiaS/ Edición 96/

El concejal del municipio de Tuluá Olmer Sánchez Duarte, representante de la corporación en el Consejo de Desarrollo Rural CMDR y a su vez Director de ASOFAMORA, dijo en rueda de prensa con medio tulueños que el presidente Juan Manuel Santos, les hizo pistola a los campesinos con los proyectos del pacto agrario, toda vez que cuando se realizó la convocatoria se exigieron unos requisitos y se aplicó una metodología y una vez presentado se cambiaron las reglas de juego para los mismos, lo que hace prever que la mayoría de ellos no pasaran es decir no serán aprobados.


Manifestó igualmente el directivo de ASOFAMORA, que siente que lo que se hizo con estos proyectos fue mera politiquería.

Una experiencia más para el campesinado tulueño que incluso se vio dividido en la asamblea del CMDR, ya que la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca ASTRACAVA, Subdirectiva Tuluá, tuvo la visión de que esto sucedería y se retiró cuando desde la Secretaría de Agricultura, el Gobierno Municipal y el propio Concejal Olmer Sánchez, imponían al CMDR la elaboración y presentación de esos proyectos.

Ha manifestado igualmente el señor Sánchez Duarte, que el Plan Frutícola del Valle, pese a haber sido un ejercicio de buena fe, se ha quedado en eso en buenas intenciones y en asesorías y asistencia técnica, ya que los recursos no llegaron a los pequeños productores, más específicamente a los pequeños agricultores como es el caso de los productores de mora, pues se han invertido 11 mil millones pero no han generado ningún impacto positivo en la ruralidad vallecaucana exceptuando algunos casos de productores que tienen recursos. Al ser consultado por el proyecto que se ejecutó con FUNCEVALLE y la Cámara de Comercio, para el mejoramiento de las buenas prácticas agrícolas y de mejoramiento de cultivos, dijo que se logró construir una plata para tal fin pero que por un nuevo direccionamiento del proyecto y la mala distribución de los recursos, e quedó convertida en un elefante blanco, sin que hasta el momento se haya podido sacar adelante otro proyecto que permita ponerla a funcionar.

Preguntamos de nuestra propia cosecha, ¿se configura acaso un detrimento patrimonial con este elefante blanco toda vez que hay invertidos allí recursos públicos? ¿Quién responde?


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