2014/ Diciembre/ Por: Red de Derechos Humanos ‘Francisco Isaías Cifuentes’

El pasado 28 de enero fue presentado oficialmente el Batallón de alta montaña # 10 en la Plaza Cívica de Boyacá, como una unidad táctica para combatir la extorsión y los grupos armados al margen de la ley en la zona rural del municipio de Tuluá, entre otros. Más de 10 meses han corrido desde aquel día que para las comunidades campesinas parece haber sido el anuncio de un nuevo suplicio en su trágica historia de exclusión, violencia y destierro, pues contrario a lo que públicamente pregonan los grandes medios de comunicación, oficiales de las FFAAy autoridades civiles acerca del objetivo de estas tropas en la zona rural, en lugar de paz y seguridad lo que vienen sembrando es odio, miedo y descomposición social.

Teniente Coronel Edward Galvis, Batallón Alta Montaña No. 10

Efectivamente, en lo corrido del 2014 varias denuncias se han instaurado en la personería municipal de Tuluá con motivo de los atropellos y violaciones a los Derechos Humanos (DDHH) y al Derecho Internacional Humanitario (DIH) cometidos por las tropas del Batallón de Alta Montaña #10, al mando del Teniente Coronel Edward Galvis, quien en lugar de reconocer los acosos sexuales, hurtos, abusos de autoridad, montajes judiciales, utilización de personas, niños y bienes protegidos como parte de la guerra, y la descomposición de sus tropas reflejado en comportamientos como el consumo de pegante y drogas alucinógenas con lo que además promueven el comercio y consumo en la población del campo; no tiene el menor empacho en acusar a las personas que denuncian y las organizaciones   campesinas de ser colaboradoras o pertenecer a la guerrilla, amenazarlas por supuestas injurias y calumnias y en deslegitimar espacios institucionales como el Cabildo Abierto convocado y realizado por el Concejo Municipal el día 14 de octubre de 2014, con la vieja maña de señalar a sus participantes de ir obligados y de haber realizado el mismo impulsados por fuerzas oscuras solo en contra de ese batallón.

No han pasado 10 años de haber culminado la incursión del Bloque Calima de los paramilitares que mancho de sangre y cundió de terror nuestros campos, y hoy nuevamente está el ejército conformando listas “negras” de supuestos milicianos y colaboradores de la guerrilla, con amedrentamientos anuncian capturas masivas, intimidando a los campesinos para que no denuncien; en fin, repitiendo el ciclo de violencia y muerte que busca en ultimas acabar con la economía y cultura de los campesinos para apropiarse de sus territorios.

Ante esta grave crisis humanitaria las organizaciones campesinas no se han quedado calladas. Se han realizado tres misiones humanitarias con el acompañamiento de la ONU, la oficina para los DDHH de la Presidencia de la República, el Ministerio del Interior y las organizaciones de DDHH del departamento; una audiencia humanitaria realizada en el mes de junio en el corregimiento de la Moralia con la presencia de la ONU, y la solicitud del cabildo abierto de DDHH ante el Concejo Municipal. Sin embargo la situación para las comunidades campesinas no mejora, y la respuesta de las autoridades civiles como el Alcalde y la Personera es casi nula.

A continuación enumeramos las principales reclamaciones que exponen los campesinos:

1. Que se haga efectivo el esclarecimiento de todos los hechos denunciados.
2. Crear una comisión compuesta por la Personería, la Fiscalía, la ONU y el CICR, para verificar el cumplimiento de los requisitos establecidos por el DIH en el lugar donde se piensa construir el Batallón de Alta Montaña en Barragán y la base en Monteloro.
3. Crear una comisión de seguimiento con participación de las organizaciones de DDHH para hacer veeduría a las posibles sanciones disciplinarias internas a los soldados y comandantes que hayan cometido actos contra la población civil.
4. Que el ejército no utilice las personas ni bienes protegidos como escudo para la guerra.
5. Que el ejército no utilice los niños como parte de la guerra.
6. Que  el  ejército  informe  concretamente  de  las supuestas capturas que piensa realizar.
7. Que el ejército pare de una vez por todas la estigmatización y respete el libre movimiento de los campesinos por los caminos y carreteras.
8. Que el ejército y muy especialmente los integrantes del batallón de alta Montaña No. 10 no estigmatice más a quienes promueven las Zonas de Reserva Campesina consagradas en la ley y a los defensores de los derechos de los campesinos.

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