2014/
Noviembre/ EconoticiaS/ Por: Daniel Potes Vargas
Al alimón parecen escritos tres libros de Arcadio Macías Cabal y David Horacio Rosales Rojas. Si Borges y Bioy Casares escribieron relatos a dos manos, estos dos vates sabios y sensibles lo han
hecho con Tierra de Lunas, Sonata de silencios, Si no encuentras el paraíso, invéntalo e Y la primavera no nos basta.
En Arcadio encuentro más la polisemia natural de la poesía. Cohen decía en su curso sobre Paul Valéry en La Sorbona que la poesía es alígera, inasible y polivalente.
En
el prólogo al poemario Y la primavera no nos basta, dice con sabiduría David
Horacio que el deber de la poesía es recordarnos que no hay fórmulas para
evadir las dificultades y misterios de la existencia. No importa cuántos hijos
se tengan, el saldo de la cuenta bancaria de cada uno o la pareja del hogar.
También encuentra como meta de la poesía ayudarnos a combatir la amargura y el
desencanto de sabernos tan efímeros y vulnerables. Rosales es de una notable
inteligencia emocional.
Nadie
se escapa de la gravitación ominosa de la muerte. Nada hay después de la muerte
y la muerte en sí misma nada es, decía el sabio atemporal Lucio Anneo Séneca.
Comenta con bellas palabras Rosales Rojas “Cuando una metáfora ajena se siente como
propia y un poema traduce un sentimiento o un instante añorado por el lector,
se celebra una de las comuniones más profundas con el otro y con la naturaleza.
En estos tiempos de tantas distracciones, ruidos y apariencias, de júbilos en
un vano intento de ocultar el hastío, la poesía nos devuelve el silencio y la verdad”.
En
un departamento como el Valle del Cauca, exuberante y persistente en la
búsqueda de la poesía polisémica y libre, los poemarios de estos dos poetas son
como una pleamar en el océano de los fulgores. Altamar de oro son estos versos
de Regresos, del poemario Tierra de Lunas de Arcadio Macías Cabal” El sueño es
una larga vida inconclusa”. “¿Dónde estará el que acabó de ser? Sólo queda la
sombra tras la puerta que se cierra.” (Hoy). No sólo belleza, no sólo oleaje
estético hay en la poesía de ambos sino escrutinio del misterios, minería en
los guiños de la vida y de la nada, del conocimiento y el olvido.
Arcadio
es hermano de la ilustre abogada Inés Macías Cabal y cuñado del humanista y
abogado Jorge Vásquez Mottoa.
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