2014/
Enero/ EconoticiaS/ Edición 93/ Salud/ Por: Fabio Ocampo/ Alternativa
artesanal para mejorar la calidad del agua que consumen las comunidades rurales.
El mejoramiento de la calidad de agua
para uso doméstico rural es una necesidad recurrente en casi todos los países
en vías de desarrollo, de años atrás se vienen haciendo esfuerzos para
encontrar solución a la calidad de agua en las viviendas rurales dispersas,
ejemplos tenemos en Cuba donde se utilizan filtros artesanales de cerámica,
algo similar en Nicaragua donde originalmente los llaman Filtrón, unidades de
tratamiento caseras de muy bajo costo que potabiliza agua contaminada y que
puede ser fabricado artesanalmente, en condiciones que no requieren
electricidad, ni tecnologías de alto nivel. Entre otros beneficios, se incluye
el manejo del proceso por la misma familia y la generación de oportunidades de
empleo entre artesanos locales.
La necesidad de sistemas innovadores
se observa en todos los países en vías de desarrollo. Se sabe que el 80% de las
enfermedades que afectan a la población están relacionadas con la no
potabilización del agua. El consumo de agua segura ha demostrado reducir
riesgos de adquirir enfermedades diarreicas de 44% a 85%.
Recientemente EMTULUÁ realizó un
estudio acerca de la situación de nueve acueductos rurales del Municipio de
Tuluá, una de las principales conclusiones hace referencia al tema de la
calidad del agua consumida por las comunidades campesinas. Se concluyó que presentan
riesgos asociados a la calidad del agua el 67% de los acueductos, la frecuencia
promedio de muestras de laboratorio es de cada dos años. Sólo 3 acueductos
(33%) cuentan con sistema de tratamiento de agua (método de cloración).
La cloración es el método
tradicionalmente empleado para la potabilización del agua en nuestra zona rural,
sin embargo no existe un acuerdo generalizado para su uso como único método
para la potabilización del agua de uso doméstico. Las comunidades objetan que
el costo del proceso de cloración es cargado a las tarifas y que sin embargo el
agua tratada con cloro no puede usarse para las actividades agropecuarias
menores. Estudios recientes dan cuenta de los problemas de salud asociados con
este tipo tratamiento. Los campesinos recomiendan con su saber tradicional dos
alternativas: mejorar permanentemente las condiciones naturales de las fuentes
abastecedoras (aislamientos, reforestación, limpieza de cauces) y emplear
filtros domésticos naturales de carbón o de arena y grava para el proceso de
potabilización. Existen otros sistemas de tipo artesanal, que se ha comprobado
presentan mayor eficiencia en el proceso de potabilización.
Culturalmente, FILTRÓN permite
rescatar valores propios, debido a que se trabaja con barro, base de todas las
culturas conocidas. Socialmente, el consumo de agua potable, al reducir
enfermedades, protege la economía familiar y garantiza una mano de obra
estimulada para producir, además, su producción genera empleo local. Puede
producirse con materiales locales y por artesanos locales, con un rápido
entrenamiento. También para su producción en gran escala, es suficiente un
equipamiento mínimo. En términos económicos, garantiza agua potable para una
familia por un monto de $20.000 por filtro.
Comparado con otros sistemas de
tratamiento de aguas, tiene estas ventajas: Supera a los filtros lentos de
arena, así como a otros sistemas de filtrado, debido a que estos solo aclaran
el agua, además de esta función inactiva bacterias. Supera al agua embotellada,
al considerar los altos costos y las fuentes dudosas de dichos productos.
Este filtra el agua eliminando su turbiedad y, gracias a la plata coloidal, la desinfecta al desactivar las bacterias que puedan colarse por sus microporos, logrando tratar exitosamente el agua contaminada. FILTRÓN ha sido sometido a estudios, validaciones y evaluaciones microbiológicas en 11 países, con resultados excelentes.
Este filtra el agua eliminando su turbiedad y, gracias a la plata coloidal, la desinfecta al desactivar las bacterias que puedan colarse por sus microporos, logrando tratar exitosamente el agua contaminada. FILTRÓN ha sido sometido a estudios, validaciones y evaluaciones microbiológicas en 11 países, con resultados excelentes.
Fabricación:
El elemento filtrante puede ser
fabricado por ceramistas locales, con materiales locales, en condiciones que no
requieren electricidad, ni tecnologías de alto nivel. Está hecho de una mezcla
de 50% de barro rojo y 50% de aserrín, u otro material orgánico similar, como
cascarilla de arroz o cascarilla de café según la producción local. A esta
mezcla se añade agua y se coloca dentro de un molde que es prensado por un gato
para cambiar llantas de camión, también de fácil adquisición.
Una vez seco, el elemento filtrante se
quema en un horno para cerámica a 890 grados centígrados. Queda formada así una
membrana de microporos que impide el paso de bacterias. El elemento filtrante
se impregna de una solución de plata coloidal una única vez y esto inhibe el
recrecimiento de bacterias. Este proceso potabiliza el agua y remueve
turbiedad.
Respecto a su uso, el agua al ser
filtrada se deposita en el elemento filtrante y se tapa. El filtro
estandarizado opera a razón de 1 a 2 litros por hora. Cuando pasa más agua en menos
tiempo, es síntoma de la existencia de problemas en el proceso de filtrado.
Mayor información:
Mayor información:
http://www.ideassonline.org/pdf/br_28_59.pdf
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*El ingeniero Fabio Ocampo Castaño es veedor ciudadano del municipio de Tuluá.
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*El ingeniero Fabio Ocampo Castaño es veedor ciudadano del municipio de Tuluá.
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