Se determina un presunto detrimento por $452.712.046, correspondiente al valor pagado a la interventoría con respecto a las obras de construcción de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR).


2015/ Junio/ EconoticiaS/ Veeduría

Como dice la canción de don Oscar Agudelo: “Después de una ilusión un desengaño”, nos ilusionamos todos los campesinos y muchos de sus amigos, incluidos un importante número de concejales que aprobaron el Acuerdo 03 del 27 de abril de 2010 presentado por el señor alcalde de ese entonces, el ingeniero Rafael Eduardo Palau Salazar, al honorable concejo para autorizar el empréstito de 10 mil millones de pesos con destinación específica al Plan Municipal de Aguas, que supuestamente beneficiaria a las comunidades campesinas de nuestro municipio.

Se firmó entonces el convenio 02 de 2010, por medio del cual se delegó la planeación, ejecución, Interventoría y supervisión de los Proyectos de Saneamiento Básico Rural, consistentes en la realización de la construcción de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales —PTAR— y sistemas sépticos individuales, contemplados en el Acuerdo 03 del 27 de abril de 2010 del Concejo Municipal.

El proyecto de preinversión, inversión y operación de las obras de infraestructura del sector agua potable y saneamiento básico contenido en el Plan Municipal de Aguas, se ejecutó con recursos de Contrato de Empréstito de $10.000 millones comprometiendo vigencias futuras.

El Informe Final de Auditoria Modalidad Especial Ambiental, realizada en el año 2011 y entregado por la contraloría departamental, afirmó que “En El Plan Municipal de Aguas del Municipio de Tuluá, no se evidenció la implementación del saneamiento básico rural y los principios rectores de la política ambiental en lo referente a la protección especial de los nacimientos de agua y las zonas de recarga de acuíferos, en concordancia con lo dispuesto en el Plan de ordenamiento territorial municipal y el Plan de Desarrollo municipal; así mismo, no gestionó en la etapa de planeación los trámites y permisos ambientales ante la autoridad competente, por cuanto este proceso había sido delegado a las Empresas Municipales de Tuluá — EMTULUA E.S.P., mediante el Convenio 02 de 2010.


En esa mismo informe de auditoría se determinaron diez (10) hallazgos administrativos, de los cuales cuatro (4) corresponden a presuntos hallazgos con alcance Fiscal con cuantía de $4.649.745.190 y nueve (9) hallazgos tienen alcance disciplinario, los cuales fueron trasladados a la autoridad competente. Aunque en un informe preliminar aparecían algunos hallazgos de tipo penal, en el informe final no aparecieron sin que nadie haya explicado por qué.

También en este mismo proceso se determinó como resultado del análisis efectuado a la gestión de las Empresas Publicas de Tuluá —EMTULUA E.S.P.— en el tema objeto de auditoria, la deficiente labor de seguimiento y control por parte de la interventoría y responsable de la supervisión, por cuanto no se realizaron las previsiones correspondientes tanto en la planeación de la inversión como en el proceso contractual que evitaran los incumplimientos y la falta de efectividad para llevar a feliz término el cumplimiento de los objetivos planteados, en consecuencia se determina un presunto detrimento por $452.712.046, correspondiente al valor pagado a la interventoría con respecto a las obras de construcción de las Plantas de tratamiento de aguas residuales.

Con estos antecedentes y con la evidencia de algunas otras presuntas irregularidades como la compra de predios a muy elevado costo, e incluso la compra de algunos que nunca fueron utilizados para tal fin, como tampoco la gestión en ningunos de los casos de la servidumbre de los predios aledaños para el ingreso a donde se construyeron las PTAR y, mucho más grave aún, se iniciaron y construyeron PTAR en terrenos que no eran propiedad ni del municipio ni de Empresas Municipales.

Pese a este informe y a las quejas de las distintas comunidades, reportes a los distintos organismos de control, hoy la situación no ha mejorado absolutamente en nada y tampoco los órganos de control han determinado responsables de este detrimento patrimonial que hoy continuamos pagando los tulueños.

De este millonario Plan Municipal de Aguas, solo tres PTAR funcionan de manera aceptable y sobre el funcionamiento de la mayoría de pozos sépticos hay serios reparos.

A tal punto que en visita realizada por el equipo técnico del municipio para evaluar el respectivo convenio en los meses de marzo y abril de 2015, se encontró que la PTAR del corregimiento de Puerto Frazadas hay que buscar nuevo terreno para construirla porque se iniciaron obras en el margen del rio, es decir, esa platica se perdió; y siguiendo el recorrido, en la PTAR del corregimiento de San Rafael, pese a que fue una solución proyectada para doce familias, más de la mitad no se pudieron conectar a la Planta de Tratamiento por estar por debajo del nivel al que se construyó, siguiendo contaminando el rio Bugalagrande y requiriendo la construcción de pozos sépticos para las mismas, tampoco en este caso se gestionó la servidumbre. En el Corregimiento La Marina las aguas residuales no están siendo tratadas y tampoco se tiene el permiso de servidumbre. En La Diadema la obra está inconclusa después de cuatro o cinco años de haber sido contratada, allí solo se construyó una losa y unos gaviones en concreto, y la antigua Planta de Tratamiento continua vertiendo aguas residuales generando un problema de salud y derrumbes para las comunidades de este sector; allí se requiere de la compra de un nuevo predio donde se pueda conectar el alcantarillado instalado. También fue visitada la PTAR del corregimiento del Picacho, allí se evidenció que el alcantarillado esta taponado en la última caja produciendo rebosamiento, humedades y deslizamientos de tierra, también presenta esta obra problemas de llenado.


El informe no nos habla de visitas al corregimiento Mateguadua, pero este lo realizamos en compañía de un veedor y el presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento. El panorama desolador no puede ser peor, allí se construyeron en predios que nos son ni del municipio ni de empresas municipales, con un simple permiso del director del INCIVA de ese entonces, doctor Jairo Escobar Fernández, dos obras con una inversión millonaria que hoy, y lo que es más grave nunca han funcionado, se trata de una PTAP (Planta de Tratamiento de Agua Potable) y una PTAR (Planta de Tratamiento de Aguas Residuales). Tampoco se tocó en el informe en lo que se ha visitado hasta ahora el caso del Corregimiento de La Moralia, donde la PTAR se construyó sobre el lecho del rio Morales y tampoco funciona, vertiendo las aguas sin tratar al mismo.

Solo en dos o tres de las PTAR se cuenta con un fontanero pago por la comunidad para que realice el mantenimiento de las mismas, en algunos casos estas obras no fueron recibidas por la comunidad por las presuntas irregularidades que a la vista saltan.

Ni denuncias campesinas, quejas comunitarias, denuncias periodísticas, derechos de petición han obtenido una respuesta satisfactoria hasta ahora de los organismos de control llámense contraloría, procuraduría y fiscalía.

¿Quién responde? ¿Quiénes son los contratistas? ¿Dónde está el alcalde y gerentes de Empresas Públicas de Tuluá del entonces? ¿Qué responsabilidad le cabe a la firma interventora y a la gerencia del Plan Municipal de Aguas en la que se gastaron mil millones de pesos? ¿Dónde han estado los que hoy olímpicamente dicen que van a ser la salvación de nuestro municipio? ¿De quién son la mayoría de los diseños de estas obras? ¿Qué pasó con los contratos entregados para las capacitaciones y organización de las comunidades para la administración de las PTAR?

Señor Gerente de las Empresas Municipales de Tuluá, no merecemos los tulueños conocer la verdad de todo lo que ha pasado con el Plan Municipal de Aguas?

Se requiere de inmediato la intervención de comisiones especiales de la Contraloría General de la República, de la Procuraduría General de la Nación y de la Fiscalía General de la Nación, para que por favor de manera seria y responsable le informen a los tulueños si es cierto que pese a estas evidencias AQUÍ NO HA PASADO NADA.

COLOFON: En respuesta a derecho de petición enviado por el Director de este medio al señor Procurador Provincial de Guadalajara de Buga, preguntando por el o los procesos disciplinarios o actuaciones desprendidas de los hallazgos disciplinarios remitidos hace más de tres años por la contraloría departamental a ese despacho, escuetamente ha respondido que ese es un proceso que se encuentra en etapa PRELIMINAR y que solo se puede informar sobre el mismo al formular pliego de cargos, eso sí, si no se ordena su archivo. Preguntamos respetuosamente desde este medio de comunicación: ¿Cuánto tiempo se tomará ese despacho para siquiera formular pliego de cargos? ¿Será que ante semejante evidencia se ordenará el archivo del o los procesos? AMANECERÁ Y VEREMOS.


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