2014/
Marzo 8/ EconoticiaS/ Derechos Humanos/ En el mes de la Mujer... no hay quien las defienda.
Una
joven mujer campesina de tan solo 17 años de edad, habitante del corregimiento
de Santa Lucía en la alta montaña del municipio de Tuluá, y quien nos autorizó
a publicar su nombre y fotografía, pero que por ser menor de edad y por respeto
a la víctima, nos abstendremos de publicar, denunció ante la Personería de
Tuluá y ante la Fiscalía URI en este mismo municipio presuntos hechos de actos sexuales
abusivos por parte de un integrante del Batallón de Alta Montaña Número 10,
quien de acuerdo a la joven mujer y su denuncia instaurada, afirma la joven
campesina que el día 26 de febrero luego de haberle solicitado permiso para
ingresar a su vivienda un soldado profesional, y a quien le permitió que
ingresara pues estaba uniformado y creyó firmemente que su misión era proteger
a los campesinos, y que el uniformado una vez en el corredor de su caso saco un
celular y empezó a ver videos porno, ante lo que la joven campesina le
manifestó que si a eso había ingresado a su casa por favor se retirara. Acto
seguido el soldado profesional, y en cuyo uniforme no portaba el apellido, le
solicitó permiso para ingresar al baño, a lo que la humilde mujer campesina
accedió y se retiró hacia el patio de su casa. Pasados 15 minutos la mujer
campesina denunciante ingresa nuevamente hacia la cocina porque ha dejado un
arroz en el fogón y el militar sale del baño con su pantalones y ropa interior
en las rodillas y con una mano en sus genitales, y con la otra toma por uno de
sus brazos a la joven mujer, quien aterrada y sorprendida lo empuja y sale
corriendo hacia el centro poblado del corregimiento pues su vivienda está
ubicada muy cerca del mismo. La campesina es auxiliada por vecinos del
corregimiento que la conducen hasta el puesto de salud pues entra en un shock
nervioso.
Uno
de los vecinos y propietario de una de las fincas de la región inmediatamente
busca al comandante de escuadra y le denuncia los hechos y según este líder
comunitario de Santa Lucía el que dice ser el comandante le dice que ese señor
ya la ha embarrado varias veces y que se tendrá que ir de la institución. El
líder campesino reclama igualmente a este militar presunto comandante de
pelotón por estar acampados en el patio continuo a la institución educativa del
corregimiento poniendo en riesgo la vida de estudiantes y profesores ya que
incluso algunos padres de familia no están enviando sus hijos a estudiar por
esta situación, denuncia además el líder campesino que los uniformados están
utilizando los niños para distribuir volantes donde invitan a presuntos
milicianos y guerrilleros a desmovilizarse y haciéndoles preguntas que por su
condición de menores de edad no deberían ser objeto de ellas.
Dicen los denunciantes que extrañamente y sin ninguna explicación al día siguiente los militares abandonaron el sitio de campamento.
La
Señora Personera de Tuluá, Luz Piedad Ruiz Alvarado, recibió la denuncia y de
inmediato contacto al señor teniente coronel Edward Galvis Leal, Comandante de
este Batallón, quien de inmediato hizo presencia en la personería para atender
personalmente la denuncia.
Una
vez entrevistado con los denunciantes se coordinó una nueva reunión esta vez
en la personería de Guadalajara de Buga, hasta donde llegó nuevamente el
Comandante de este atallón de Alta Montaña número 10, para enseñarle a la
joven campesina las fotografías de los soldados acantonados en ese sector, lo
que permitió la identificación por parte de la víctima del presunto agresor.
También tenemos conocimiento del nombre del soldado profesional oriundo del
departamento de Antioquia, pero nos abstendremos de publicarlo por formar parte
de la reserva sumarial de una investigación de tipo penal y otra disciplinaria.
Paradójicamente
con esta es la segunda denuncia de actos sexuales abusivos por parte de
integrantes de este batallón de alta montaña en tan corto tiempo de haber
llegado a la zona, pues la presidenta de la junta comunal de Puerto Frazadas
había denunciado una situación muy parecida.
Dirían
nuestras mujeres campesinas como en la serie del Chapulín Colorado “¿Y AHORA QUIEN PODRÁ
DEFENDERNOS?”
¿Habrá alguna autoridad u organización de derechos y defensa de las mujeres que
se pronuncie? ¿Funcionará la Fiscalía? ¿Será que por ser mujeres campesinas los
abusos en su contra nos le interesan tanto a los grandes medios?
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