2014/
Junio/ EconoticiaS/ Edición
95/ Por: Veeduría Ciudadana/
Otros
temas como el mejoramiento de las vías rurales comprendido en el Convenio
Interadministrativo entre la EPSA y el Municipio de Tuluá también presentan
incumplimientos especialmente el tramo entre Monteloro y el sector de Los
Bancos.
A
más de dos años de iniciar la generación de energía la central Alto Tuluá, el
cumplimiento de las metas del Plan de Manejo y Licencia Ambiental para la etapa
de construcción aún no ha terminado, existen programas y proyectos de
obligatorio cumplimiento que la empresa EPSA no ha concluido. Situación similar
se presenta con el proyecto del Bajo Tuluá próximo a finalizar la etapa constructiva
e iniciar la etapa de generación. Aspectos sobre los cuales la autoridad
ambiental encargada del seguimiento y control a estas obligaciones ha sido laxa
en exigir el cumplimiento con la oportunidad y calidad requerida.
Uno
de los casos más evidentes es el Programa de manejo de cobertura vegetal y
hábitat terrestres que incluye los procesos de gestión de
áreas para la conservación y de zonas erosionables,
continuidad del monitoreo de especies de flora y fauna, el fomento de especies
en peligro como el Nogal (cedro negro), el cacho de venado y muy especialmente
especies de peces como la sabaleta y el negrito. Igualmente como parte de esta
obligación se incluye, como compensación ambiental, la donación de los viveros
y de las áreas adquiridas para conservación a las administraciones municipales,
de tal forma que refuercen los recursos físicos para el mejoramiento de las
condiciones de hábitat y de conservación en sus áreas estratégicas, tal se
establece en el Plan de Manejo, “Las administraciones municipales del área de
influencia directa del proyecto, tendrían la responsabilidad de la
administración de áreas que queden como sitios de conservación y sean
entregados por la propietaria del proyecto”.
Otros
temas como el mejoramiento de las vías rurales comprendido en el Convenio
Interadministrativo entre la EPSA y el Municipio de Tuluá también presentan
incumplimientos especialmente el tramo entre Monteloro y el sector de Los
Bancos. Incumplimiento en la implementación del sistema de verificación del caudal
de captación en las tres centrales sobre el río Tuluá, la inversión del 1% en
proyectos para el mejoramiento del estado de la cuenca en la que se incluyen
recursos para adelantar acciones de mitigación y control al gran deslizamiento
en el sector de Los Aguacates, tampoco muestran índices de cumplimiento
aceptable.
Debemos
decirlo públicamente, luego de muchas insistencias por vías oficiales y
jurídicas durante los últimos cuatros años, los veedores ciudadanos no hemos
logrado de las autoridades competentes y tampoco de la empresa EPSA las debidas
respuestas y mucho menos las acciones pertinentes para resolver las solicitudes
y quejas presentadas sobre el cumplimiento de los planes de manejo y licencias
ambientales.
En
el caso de las hidroeléctricas en el río Tuluá no habido poder posible para que
las autoridades de control competentes cumplan las normas establecidas, hemos
empleado casi todo el portafolio de herramientas legales que contempla la Ley
850, derechos de petición, tutelas, acciones populares, tres cabildos abiertos,
asambleas comunitarias, foros, notas de prensa, radio y televisión, decenas de
reuniones, visitas de campo, estudios e informes, sin embargo es poco lo que
pasa y si se demuestra una vez más, la precariedad de nuestra institucionalidad,
la ineficiencia del sistema judicial colombiano en el tema ambiental y en tela
de juicio la real efectividad de la participación ciudadana en el seguimiento y
control de la gestión de los asuntos públicos.
Pero
aun así los veedores continuaremos persistiendo, en el propósito de exigir el
cumplimiento de las obligaciones ambientales y sociales de los proyectos de las
Centrales hidroeléctricas, la protección de la estructura ecológica del
municipio y en general de nuestros recursos naturales.
Los
veedores hacemos un llamado a todos los ciudadanos a unir esfuerzos para que se
nos garantice el derecho a vivir en un ambiente sano, a la protección de
nuestras cuencas hidrográficas y la permanencia en cantidad y calidad de los
servicios ecosistémicos que hacen posible el desarrollo de nuestras vidas y el
desarrollo de nuestro territorio. Cuidemos
lo Nuestro, Protejamos nuestro Río Tuluá!! Hagámosle Juntos!!
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